Los implantes dentales son prótesis que se colocan en el hueso y actúan como raíz del diente, siendo la mejor solución a la hora de reponer piezas perdidas.
Los implantes tornillos hechos de titanio, el material más biocompatible con nuestro organismo, que se colocan en una intervención quirúrgica sencilla sobre el hueso donde antes se alojaba el diente perdido. Lo más habitual es esperar unos 3 meses aproximadamente a que el implante se ostointegre correctamente en el hueso. Posteriormente tomaremos medidas para colocar una corona sobre el implante que simule un diente, devolviéndole la estética y la funcionalidad a la boca del paciente.
El implante dental consta de tres partes:
Los materiales utilizados en todas las partes del implantes son biocompatibles, ofreciéndonos una tasa de éxito de más del 95% en nuestros tratamientos.
Las causas principales por lo que los dientes toman una tonalidad diferente, generalmente más amarillenta, puede ser por problemas genéticos, medicamentos, mala higiene dental, por alimentos (café, vino, etc) y el tabaco.
Aquí podríamos hacer dos diferenciaciones; la extracción no quirúrgica, que se desarrollaría exactamente igual que la de otra pieza y la quirúrgica, que se considerada así por su relación próxima con estructuras anatómicas complejas.
